jueves, 3 de mayo de 2012

Ventanas abiertas

Hay que ventilar la casa, deshacernos de todos los aromas que la habitan: el olor a rezago, tu loción indiscreta, la humedad que dejó el verano; hay que lavar las cortinas, tirarlas si es necesario, sin sacudirlas, atadas, envueltas con cuidado; hay que agitar los brazos, espantar a lo que circule, de arriba a abajo, tan suave como el temperamento del intruso.
Que no vuele el polvo, que no entren las moscas, que no se salga el gato.

sábado, 28 de abril de 2012

Sin nombre


Ambos sabemos que la omisión fue intencional, como la mayoría de los descuidos; pero, mire, tengo buenos motivos: el primero es que usted me gusta, el segundo es que me da pena casi todo. Y porque me gusta y porque me da pena casi todo, decidí jugar, entusiasmar a la curiosidad.

Si usted pasa por alto esto, o si lo resuelve de una manera aburrida y sin más preocupación que el bienestar de una simple estudiante, desertaré, y lo juro; pero si adivina quién soy, si me intuye un poco, si dice mi nombre mientras lee, me sentiré tan feliz, que daré saltos y vueltas en mi cuarto.

Espero comprenda mis razones, que aunque retorcidas, son bien intencionadas. Ahora tengo que decir convencida, confiando en este presentimiento, cediendo seguridad a mis palabras: usted sabe quién soy. Por favor, sepa quién soy.

Si usted sabe quién soy, ¿podría darme una señal mañana?